El pasado viernes se inaguró en Castellón de la Plana un aeropuerto que reviste como principal singularidad la circunstancia de que es de los pocos (tal vez el único) aeropuertos del mundo donde no despeguen ni aterrizan aviones. Sigue sin haber vuelos con origen o destino en Castellón, pero la obra ya está inaugurada. De ello se encargaron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, principal impulsor de la infraestructura. Ambos conocidos personajes del mundo de la política (iba a decir de la farándula) y del orden jurisdiccional penal.

"Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones", admitió ayer en el acto el propio Fabra, que encontró su justificación en la idea de habilitar la torre de control y la pista de aterrizaje para que "cualquier ciudadano que lo desee pueda visitarlas y caminar por ellas, cosa que no podrían hacer si fueran a despegar aviones".

Y lo mejor (y lo más jodido) es que esta gente con historias así lejos de hundirse en el pozo de las miserias electorales ven como aumenta su previsión de votos y escaños. Preocupante asimetría que deja en evidencia dos cosas: primera que el Pais Valencia es una comunidad de menfots i colloneres y segunda que los mes menfots i colloneres del Pais Valencia son els pishorros del Partit Socialiste que no sacan partido ni de esto, ni de lo de los trajes, ni de lo del Papa, ni de lo de la madre que los parió.

Recollons (creo que ya lo había dicho pero lo repito)